miércoles, 26 de marzo de 2014

"ALLÁ EN LAS TIERRAS ALTAS" Antonio Machado

TEMA
Sentimiento de nostalgia y tristeza por la evocación de un amor perdido.

RESUMEN
Antonio Machado realiza una comparación entre los felices momentos pasados con su esposa Leonor, con la que paseaba por los campos de su tierra y el presente triste y solitario tras su pérdida, lo que le supone nostalgia y tristeza.

ESTRUCTURA
El poema se compone de 14 versos escritos de forma libre, aunque podemos apreciar la rima asonante en los versos pares. Esta estrofa es conocida como silva romance.
En cuanto a la estructura interna, podemos dividir el poema en tres partes, atendiendo a la organización de sus ideas.
La primera parte estaría compuesta por los seis primeros versos y en ellos el autor realiza una breve introducción en los que describe el paisaje natural que recuerda, por donde paseaba con su amada Leonor antes de su muerte.
La segunda parte correspondería con los versos 7-10 y en ellos Machado se dirige directamente a su esposa Leonor, como si se recreara uno de esos momentos vividos con ella por esos campos anteriormente descritos.
Estas dos partes podríamos considerarlas una si dividiéramos el poema en dos partes, y en ella se vería reflejado ese pasado feliz vivido junto a su esposa.
La tercera y última parte corresponde con los cuatro últimos versos en los que muestra una contraposición a ese pasado armónico y agradable frente al presente agónico y solitario tras el fallecimiento de su esposa.

COMENTARIO CRÍTICO
El texto a comentar corresponde con el genero literario lírico y fue escrito por Antonio Machado, uno de los autores más importantes de la Generación del 98. En concreto, el poema pertenece a Campos de Castilla, obra escrita en 1912 siendo uno de sus primeros libros y en el que se observan descripciones subjetivas de paisajes y una actitud crítica frente a la sociedad del país, además de hermosas composiciones dedicadas a su mujer, Leonor.

Este es el conocido como tema de Castilla, de gran novedad puesto que fue creado por Antonio Machado como referencia para transmitir su estado de ánimo a través de los elementos de la naturaleza, lo cual se conoce como el tópico Locus amoenus, aunque este tópico no sea de gran originalidad puesto que ya se había usado anteriormente. En este poema, el autor hace referencia a su mujer y a su recuerdo, y utiliza el paisaje para transmitir la felicidad de aquellos momentos en comparación con la soledad y tristeza del presente tras la gran pérdida.

Respecto a la estructura del poema, podemos observar claramente tres partes. En la primera de ellas realiza una breve introducción en la que nos sitúa en el lugar de los felices hechos pasados en torno a Soria en los alrededores del Duero, para lo cual hace uso de la personificación de su propio corazón como si el pudiera vagar en sueños, además de varias metáforas para embellecer el paisaje como "por donde traza el Duero su curva de ballesta..." (versos 2, 3 y 4). En la segunda parte podemos apreciar el uso de la apelación, con la que el poeta dirige su palabra a su esposa como si aquel momento en el que paseaban cogidos de la mano se recreara de nuevo. Por último, la tercera parte muestra la situación presente del poeta tras la pérdida de su mujer como contraposición a la primera y segunda parte, lo cual lo podemos apreciar con tan solo el inicio de esta parte, "Por estos campos de la tierra mía..."en comparación a la primera "Allá, en las tierras altas..." señal de que habla de un lugar distinto y además pasado. También podemos encontrar la siguiente metáfora "... bordados de olivares polvorientos...", que intensifica el estado de ánimo del poeta, como si el mismo estuviera desgastado o viejo y lleno de polvo. Gracias a todos estos recursos estilísticos el poema adquiere una gran fuerza expresiva.

Podríamos también añadir otros aspectos influyentes en el poema como el tono adoptado por el poeta, que es más bien serio y reflexivo sobre la variación entre ese pasado maravilloso y el presente agónico, además del registro que es coloquial pues hace uso de un vocabulario fácil. En cuanto al estilo, Antonio Machado se caracteriza por su sencillez y sobriedad formal y métrica, además del uso de símbolos, aunque en este poema no se aprecian. Por último, el ritmo del poema se ve afectado por el uso constante del asíndeton en todo el poema, más concretamente en la primera parte y en el último verso, que lo aligera rítmicamente.

Antonio Machado consigue claramente transmitir sus sentimientos más profundos tras el peor momento de su vida el fallecimiento de su esposa Leonor. Gracias a los recursos, el poema adquiere una gran belleza y el estado de ánimo del poeta, tanto en el feliz pasado como en el triste presente, queda muchísimo mejor reflejado con el uso del Locus amoenus, lo cual no produce placer estético y nos hace reflexionar sobre este tema, que aunque no sea de gran originalidad si es de gran importancia. Cuando una persona se convierte en algo tan valioso para nosotros, ya sea en el ámbito del amor como de la amistad o incluso de la familia, se convierte en un pilar fundamental para nosotros. En el caso de su pérdida, el pilar se cae y supone el derrumbo de esa gran y difícil estructura que es nuestra vida, algo casi imposible de reconstruir, o al menos eso creemos. Algo así es lo que sufrió Antonio Machado. La muerte de esa persona tan especial cambio su punto de vista hacia la vida y sus perspectivas de futuro, que a partir de ese duro momento estaría en plena soledad. En lugar de intentar olvidarla, la única forma de superar su desgracia fue recordarla una y otra vez a través de estas hermosas composiciones dedicadas a ella.
Debemos tener en cuenta que la mentalidad de aquella época era diferente a la actual, y que lo que en aquel momento era algo normal, como este intento de superación, en la actualidad no es lo mejor que podemos hacer para intentar seguir adelante con nuestra vida. Puede que ya nada sea lo mismo. No volveremos a mirar a esa persona, ni hablar y desahogarnos de nuestros problemas con ella; no volveremos a sentirnos apoyados por ella ni volveremos a escuchar sus consejos; no podremos repetir los grandes momentos y vividos ni disfrutar de nuevo de su compañía. No volveremos a recuperar esa vida pero si podemos crear una nueva, conocer a otras personas y volver a tener ilusión por vivir. Y sí, seguramente sea duro, muy duro, y probablemente tendremos miedo a olvidar a esa persona que ha significado tanto para nosotros y que aunque se haya ido, sigue siendo importante. Pero no debemos olvidar que la esencia de nuestro ser querido sigue aquí, con nosotros, y que si queremos seguir sintiendo a esa persona, no la olvidaremos.

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